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Inició el recambio de cuatro magistrados que llegan este año a la Corte Constitucional. El abogado Miguel Efraín Polo Rosero se posesionó este miércoles 15 de enero como nuevo magistrado de ese alto tribunal, en reemplazo del saliente togado Antonio José Lizarazo, quien dejará la Corte a inicios del próximo mes.
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La posesión de Polo Rosero se dio en la Casa de Nariño, en donde el presidente Gustavo Petro le tomó el juramento para su nuevo cargo. Sin embargo, solo empezará sus funciones como parte de la Sala Plena del alto tribunal desde el 6 de febrero, después de que Lizarazo entregue el despacho.
Durante la posesión, Petro le solicitó a Polo que “respete la voluntad popular del pueblo” que, según el máximo mandatario, se ha visto violentada por decisiones judiciales de las altas cortes. “Si la base de todo poder es el pueblo (...) ¿será por eso que el voto popular debe ser respetado?, ¿y por lo que todos los que ostentamos un cargo público tratamos de servirles al pueblo?“, señaló.
Miguel Polo Rosero es abogado de la Universidad Javeriana de Bogotá, con especializaciones en Derecho Comercial de la Universidad de los Andes, en Derecho Administrativo de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y en Políticas Públicas con perspectiva de Género de la Escuela Iberoamericana de Altos Estudios en Gobierno Local (EGL). Asimismo, tiene maestría en Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia (España) y en Gobernanza y Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de Madrid (España).
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Dentro de la carrera que ha hecho en la rama judicial, Miguel Polo ha sido abogado sustanciador del Consejo de Estado; asesor legislativo en las Comisiones Primera y Séptima del Senado; defensor delegado para la Dirección del Seguimiento, Evaluación y Monitoreo de las Políticas Públicas para la realización de los Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo y magistrado auxiliar de la Corte Constitucional, al que renunció tras su elección en noviembre del año pasado.
En 2028, la Rama Judicial le otorgó la Condecoración José Ignacio de Márquez al mérito judicial por la “dedicación continua, pulcritud y prestancia en el servicio”.
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